La Gran Comisión de Génesis
Apóstol Sergio Enríquez
Pre Proclama Guatemala, 23 de noviembre del Año del ReconocimientoLa biblia nos enseña en Génesis 1:26, que Dios hizo al hombre a su semejanza, siendo este, el primer Adán. Dios cumplió e hizo al hombre a su imagen y a su semejanza, pero en el capítulo 5, versículo 3 de Génesis, Adán ya no se replicó de la misma manera porque pecó, por ello, fue expulsado del paraíso; sin embargo, Dios envía a su hijo para que derrote al pecado y al hombre viejo (Romanos 8:29). Debemos saber que, nosotros estamos predestinados a ser hechos a la imagen del Hijo.
Ahora bien, en Génesis 1:28 (LBA) se establece cuál es la gran comisión en el primer Adán:
- Fructificad (06509 PARAH)
- Multiplicaos (07235 RABAH)
- Llenar (repoblar) (04390 MALE)
- Sojuzgad (03533 KABASH)
- Ejercer dominio (07287 RADAH)
Pero también hay una gran comisión en el postrer Adán:
- Echar fuera demonios
- Hablar nuevas lenguas
- Tomaran serpientes en las manos sin consecuencias
- Beber cosas mortíferas sin daño
- Pondrán manos sobre los enfermos y estos sanarán
Debemos entender que primero es necesario que seamos imagen y semejanza de Cristo, es decir, meter a Cristo en nuestras vidas y nosotros en Él.
La gran comisión nos enseña que primera debemos fructificar (Génesis 41:52 [LBA]), pero para ello, debe haber aflicción. Debemos comprender que, ese mal que vino sobre nosotros es para que reflexionemos porque Dios nos quiere hacer doblemente fructíferos.
En Génesis 47:27 se relata cómo Israel habitó en Egipto y se fructificó y multiplicó. Cuando a Jacob le cambiaron el nombre por Israel, él fructificó, porque murió a su yo interior, a su carne. Dios nos hará fructificar cuando muramos a nosotros mismos. Para ello no nos apartemos del manantial, es decir, esa fuente de remas (Génesis 49:22)
Y finalmente, en Éxodo 23:30 nos enseña que, si fructificamos, el Señor va a echar a nuestros enemigos, por medio de batalla directa o en un asedio. Dios nos protege cuando somos fructíferos.
¡Anhelemos ser fructificados en el Señor!