¿Para quién es la recompensa?
Profeta Tito Pérez
Guatemala, 11 de enero del Año de la RecompensaDebemos saber que, Dios nos bendijo en los lugares celestes antes de la fundación del mundo, (Efesios 1:3-5) con pensamientos de bien y no de mal (Jeremías 29:11).
Ahora bien, Dios nos está abriendo una puerta dimensional para nosotros y esto lo declara en San Juan 10:9 (PDT): “Yo soy la puerta. Si alguno pasa por mí, se salvará. Podrá entrar y salir y encontrará todo lo que necesita.”
Por ello, debemos estar alegres y alabarle, tal como lo declara en Salmos 89:15: “¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, SEÑOR, a la luz de tu rostro.”
Dios tiene recompensa para nosotros, pero ¿Para quién es la recompensa?
Proverbios 10:4 nos señala que la recompensa es para los siervos diligentes, y son aquellos, quienes son puestos delante de reyes (Proverbios 22:29)
La recompensa es una retribución o premio recibido como resultado de un esfuerzo o logro, que proporciona satisfacción, incentivo o gratificación.
Sin embargo, debemos saber que no vamos a obtener algo si antes no trabajamos. 2 Tesalonicenses 3:10 ”10 Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma”. Es necesario que le sirvamos a Dios con diligencia.
Pidamos al Señor que ponga en nosotros una tau para que seamos entendidos. 2 Timoteo 2:7”7 Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo.”Nunca dejemos de sembrar porque es tiempo de la cosecha y de la recompensa. Eclesiastés 11:6 (TLA) “6 Hay que sembrar en la mañana, y volver a sembrar en la tarde. Nunca se sabe cuál de las dos siembras será mejor, o si las dos serán abundantes.”
Tanto el que planta como el que riega recibirá su recompensa 1 Corintios 3:8 ”8 Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor”. Dios es quien da semilla al sembrador y pan al que come. (Isaías 55:10 [LBLA])
Asimismo, la palabra nos enseña que ”23 Cuando hagan cualquier trabajo, háganlo de todo corazón, como si estuvieran trabajando para el Señor y no para los seres humanos. 24 Recuerden que ustedes van a recibir la recompensa del Señor que Dios le prometió a su pueblo, pues ustedes sirven a Cristo el Señor. 25 Recuerden que todo el que haga lo malo será castigado y que el Señor trata a todos por igual.” Colosenses 3:23-25 (PDT). Porque no hay solo una recompensa para los siervos sino una doble recompensa. (Isaías 61:7 [BDA 2010])
“Regresen, cautivos, llenos de esperanza, a la fortaleza invencible, pues en este día yo proclamo que te daré doble recompensa.” (Zacarías 9:12 [BDA2010])