Juan capítulo 13
Apóstol Sergio Enríquez
Guatemala, 07 de enero del Año de la RecompensaLa Santa Cena está descrita en una línea de tiempo, iniciando en el capítulo 13, la cual se describe en el siguiente cuadro:
En San Juan 13 del verso 1 al 4 vemos cómo Jesús, sabiendo lo que le iba a acontecer, tomó una toalla y se le ciñó, haciéndose hombre para servir a sus discípulos, siendo Dios.
La toalla era un lienzo de lino que usaban los siervos y también las personas que eran desnudadas para luego ser crucificadas se cubrían con este lienzo que en griego se dice “Lention” (3012).
Es entonces, cuando Jesús, el verso 16, les empieza a hablar sobre el servicio “En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió.” De esto, podemos discernir que un siervo debe tener a su señor, y por ello, Dios pone jerarquías en la tierra, porque debemos tener sujeción.
Ahora bien, Dios está pidiendo que le sirvamos, y el libro de Éxodo lo ilustra:
- Deja ir a mi hijo para que me sirva 4:23
- Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta 5:1
- Deja ir a mi pueblo para que sirva en el desierto 7:16.
- Deja ir a mi pueblo para que me sirva 8:1
- Deja ir a mi pueblo para que me sirva 8:20
- Deja ir a mi pueblo para que me sirva 9:1
- Deja ir a mi pueblo para que me sirva 9:13
- Deja ir a mi pueblo para que me sirva 10:3
- Deja ir a estos hombres para que sirvan a su Dios 10:7
En ese sentido, tenemos 9 verbos que refieren la palabra “servir”, siendo los siguientes:
- 5467 Abad
- 8334 Sharath
- 5656 Abodah
- 3332 Yatsakh
- 1961 Hayak
- 4931 Mishmereth
- 5532 Sakan
- 5560 Soleth
- 6030 Anah
En Génesis 2:5 se nos describe cómo el hombre iba a ser creado para servir, porque para eso Dios nos llamó, por ello, brillemos en el sitio donde Dios nos ha puesto.
Ahora bien, cultivar es sinónimo de servicio y en Proverbios 15:14 (BDA) lo describe así: “el corazón del inteligente cultiva el saber, la boca de los tontos se llena de estupideces.”
El saber es parte de un servicio y una de las razones para aprender es enseñar, por ello, Dios quiere que nos pongamos la toalla y le sirvamos. Si le servimos a él con alegría, él se levanta a nuestro favor.